
Goodyear se está posicionando como facilitador de una movilidad cambiante, dentro del contexto de la digitalización y la sostenibilidad
No descubrimos nada nuevo si decimos que el mundo se está transformando muy rápido. En el contexto actual en el que la digitalización y la sostenibilidad están cambiándolo todo de forma acelerada, la movilidad ha sido y seguirá siendo una de las principales necesidades de la sociedad.
Somos seres globales y eso hace que la movilidad de personas, mercancías y materias primas sea un elemento imprescindible para la subsistencia de nuestro modelo de vida. En Goodyear, como una de las compañías de neumáticos pioneras (el próximo año cumpliremos 125 años de vida), nos definimos a nosotros mismos como facilitadores de la movilidad. Coches, motos, camiones, aviones y maquinaria industrial de toda índole utilizan neumáticos para moverse, para desplazarse. Goodyear y su extensa red de colaboradores, somos por tanto facilitadores de esa movilidad.
Estamos seguros de que el neumático seguirá siendo un elemento fundamental de la movilidad en las próximas décadas. No está en los planes que, en 2040, dentro de solo 18 años, los coches vuelen en lugar de circular por el asfalto, aunque si lo hiciesen estaríamos preparados para ello con el Goodyear Aero que presentamos en el Salón de Ginebra hace unos años. Lo que sí esperamos es que el uso de esos coches y otros elementos de movilidad, sea muy diferente a como lo conocemos hoy en día.
Tendencias como el declive del vehículo en propiedad en favor de otros modelos de uso por conveniencia, el crecimiento del renting, ya sea a nivel particular como profesional, el auge de los servicios de movilidad compartida, con el carsharing desarrollándose a todos los niveles, y en general el hecho de que las necesidades de movilidad se puedan suplir a golpe de click desde una aplicación en el smartphone, harán que el entorno en el que trabajamos sea muy diferente a como lo conocemos hoy en día.
En ese entorno altamente competitivo y dinámico, los datos serán uno de los elementos de mayor valor para toda la cadena de suministro, incluidos fabricantes, talleres y distribuidores. Serán los datos los que nos permitan conocer mejor al usuario, a nuestro cliente, crear campañas adaptadas a sus necesidades (o a sus datos), recordándole cuándo es el momento de volver al taller a hacer una revisión o cuando se acerca el momento de cambiar sus neumáticos.
Los propios vehículos, ya sean particulares o industriales, utilizarán datos para todo. Para circular de forma semiautónoma, para comunicarse entre ellos y con las infraestructuras, para alertar de una potencial avería incluso adelantándose a que se produzca. Este tipo de flujo de datos son ya una realidad en el segmento de vehículo industrial, donde yo he trabajado desde mi anterior posición en nuestro Centro de Innovación en Luxemburgo. Tras conocer en detalle todo el desarrollo tecnológico que hay detrás de esas soluciones que hoy ya están transformando la forma en que trabajan las flotas de transporte, no tengo ninguna duda que es una cuestión de tiempo que lleguen a los turismos y al mercado particular.
Así pues, pese a las incertidumbres presentes, el futuro de nuestra industria se presenta apasionante. Un futuro en el que la movilidad seguirá siendo la base de todo, pero entendida de una forma, simplemente, diferente.